¿Por qué los planetas permanecen en órbita alrededor del Sol?

Todo el mundo se ha hecho alguna vez esta pregunta:

¿Por qué los Planetas orbitan alrededor del Sol?

Eso es lo que vamos a averiguar en esta breve entrada del blog.

3, 2, 1… ¡Despegue!

Explicaciones

Paradójicamente, es la gravedad del Sol la que mantiene a los planetas orbitándolo, al igual que la gravedad de la Tierra mantiene a la Luna y a los satélites artificiales orbitándola. Si no caen simplemente hacia el Sol, es porque se mueven lo suficientemente rápido como para «perdérselo» continuamente.

Una analogía ayuda a explicar este fenómeno: si tiras una piedra desde lo alto de una torre alta, recorrerá una cierta distancia antes de curvarse y chocar contra la Tierra. Una vez lanzada, la piedra tiene inercia y seguiría moviéndose en línea recta si una fuerza (la gravedad) no tirara de ella hacia abajo. Cuanto más rápido se lanza la piedra, más se mueve, hasta que, si se lanza lo suficientemente rápido (y suponiendo que no haya resistencia del aire), da toda la vuelta a la Tierra (¡y te golpea en la espalda!). La piedra está ahora en órbita: sigue cayendo hacia la Tierra, pero la superficie redonda de ésta se aleja con la misma rapidez. Si lanzas la piedra un poco más rápido, seguirá moviéndose alrededor de la Tierra, pero en una órbita más alta. Si pudieras lanzar la piedra a lo que se conoce como «velocidad de liberación», se liberaría completamente de la gravedad de la Tierra y nunca volvería a caer.

La razón por la que los planetas se mueven a la velocidad que les permite orbitar alrededor del Sol (y no girar en espiral hacia él o arremolinarse en el espacio) no es una coincidencia ni una prueba de intervención divina, sino que se remonta a cuando el sistema solar era sólo una nube giratoria de gas y polvo. Todo lo que giraba lentamente se incorporaba al propio Sol por efecto de la gravedad; todo lo que giraba demasiado rápido escapaba al espacio; todo lo demás permanecía en órbita alrededor del Sol y se reagrupaba gradualmente en planetas, conservando su velocidad de rotación y, por tanto, su órbita (encontrando poca resistencia en el casi vacío del espacio).

Como el Sol y los planetas se formaron a partir de la misma nube nebular en rotación, ésta es también la razón por la que todos giran en la misma dirección. A medida que la nebulosa seguía contrayéndose bajo la influencia de la gravedad, giraba cada vez más rápido debido a la conservación del momento angular. Los efectos centrífugos hicieron que la nube giratoria se aplanara formando un disco plano con una densa protuberancia en su centro (que se fusionó para formar el Sol). Esta es la razón por la que los planetas orbitan alrededor del Sol en un plano más o menos plano, llamado eclíptica.

En un sistema simple, la órbita de un planeta alrededor de una estrella sería un círculo perfecto, pero la influencia gravitatoria de los otros grandes cuerpos del sistema (en nuestro caso, Júpiter y los otros gigantes gaseosos) trastoca las órbitas circulares y las convierte en órbitas elípticas.

Esperemos que este artículo te haya aportado nuevos conocimientos.

¡Hasta pronto en Le Petit Astronaute!

Descubre nuestro próximo artículo: ¿por qué brilla el sol?

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